Desapariciones y violencia en Lagos de Moreno ¿Radiografía de un estado fallido?

La inseguridad esta alcanzando límites insospechados en Los Altos de Jalisco, las zonas de disputa entre los grupos delincuenciales, están llenando de sangre y desapariciones las calles de la entidad.
El ejemplo más reciente, la desaparición de Roberto Olmeda, Diego Luna, Uriel Galván, Jaime Adolfo Martínez y Dante Hernández, jóvenes en su plena edad productiva, la edad perfecta para ser reclutados por un grupo delictivo…
Luego de este suceso, han salido a la luz imágenes desgarradoras y videos en los que presuntamente participan los jóvenes, imágenes en las que se observa como son obligados a entre ellos torturarse y asesinarse, un método bien conocido y difundido por sobrevivientes que de algún modo han logrado escapar de ese tipo de “selectivos” y han hecho públicos sus testimonios.
Los campamentos de entrenamiento no son tema ajeno en Jalisco, incluso han descubierto y desmontado algunos en municipios como Jilotlán de Los Dolores, Tapalpa e incluso en la comunidad serrana de La Comanja de Corona, en Lagos de Moreno.
Cabe resaltar que hasta el momento las autoridades han informado que no se tiene certeza de que los participantes en dicho video sean los desaparecidos, no obstante algunos de los familiares han revelado que sí podría tratarse de ellos.
Según el Sistema de Información sobre Víctimas de Desaparición del estado de Jalisco, al 31 de Julio de este año se presentan un total de 14 mil 78 personas desaparecidas, de los cuales 12 mil 340 son hombres y mil 738 son mujeres, la mayoría de las desapariciones se concentran en la Zona Metropolitana de Guadalajara, pero según el mapeo del mismo organismo, la región de Los Altos de Jalisco está entre las entidades con mayor número de reportes, con más de 500 denuncias.
Es también una de las zonas de la entidad donde más actos delictivos de alto impacto se presentan, es decir, enfrentamientos, bloqueos y homicidios, pues toda la región es territorio de disputas entre grupos delictivos, con rutas de alta conectividad entre el bajío, la costa y el norte del país, rutas que son claves para el trasiego de drogas y el huachicoleo.
Tras esta radiografía delincuencial, la visualización que ha obtenido el caso de estos cinco jóvenes desaparecidos de Lagos de Moreno, refleja que solo es la punta del iceberg de lo que pasa en Jalisco y en la región de Los Altos desde hace al menos dos años, en los que se sabe que la seguridad la controla un grupo de élite de reacción inmediata liderado por “el 90”, uno de los principales operadores del cuatro letras en la región de Los Altos, Sierra Occidental y Costa Norte de Jalisco; zonas en las que las policías municipales han sido imposibilitados y los grupos de seguridad del estado no pueden entrar.
Mientras tanto la cara pública y apaciguadora es la presentación de cifras a la baja, números que no representan nada para las personas que viven, conviven y padecen diariamente un ambiente de violencia.
GM