Caso Fátima: asedio escolar y una caída que exige respuestas
El caso de Fátima Maite Zavala Aguilar, estudiante de 13 años de la Escuela Secundaria Diurna No. 236 en Iztapalapa, ha generado gran preocupación debido a las pruebas que confirman el acoso escolar que sufría antes de su presunta caída desde un tercer piso el 4 de febrero de 2025.
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Desde diciembre de 2024, Fátima denunció en varias ocasiones el bullying que padecía, sin recibir la protección necesaria por parte de las autoridades escolares. Diagnosticada con depresión y acoso escolar, la menor no logró continuar su tratamiento antes del trágico incidente que hoy la mantiene en estado grave en el Hospital Pediátrico de Legaria.
El acoso no solo ocurría en la escuela, sino también en redes sociales. Una imagen revelada por ADN 40 muestra los insultos de sus agresores, quienes la ridiculizaban por su afición al K-Pop, su aspecto y su forma de expresarse.
“Se cree la mejor por según saber dibujar, se ve bien culera sin los lentes y cubrebocas, se ríe como una de las morras de kakegurui, se cree la chica que dice ‘noah mírame’, cree que ella siempre tiene la razón, llora por todo, se cree mucho porque tengo un amigo que le gusta a ella y a él ya lo tiene harto porque siempre le habla por cosas estúpidas y sin razón alguna, y también se puso a llorar solo porque me intenté defender y dijo que un compañero y yo le dijimos estúpida”, se lee en una de las pruebas.
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El padre de Fátima, Juan Zavala, confirmó que su hija recibía amenazas y burlas constantes, incluso golpes por parte de sus compañeros.
A pesar de que la familia de Fátima denunció la situación, la respuesta de la escuela fue limitada. El 13 de diciembre de 2024, la menor formalizó una queja ante el subdirector del plantel. Se organizaron reuniones para frenar el acoso, pero tras las vacaciones decembrinas, la joven evitó regresar a clases hasta finales de enero, cuando el hostigamiento continuó.
El secretario de Educación Pública, Mario Delgado, aseguró que se implementaron talleres de prevención del acoso escolar, aunque los padres de los agresores no asistieron. Además, informó que la menor fue canalizada a la Clínica de la Adolescencia del Hospital Materno Infantil de Inguarán, donde se confirmó su diagnóstico de depresión y bullying el 30 de enero. Sin embargo, Fátima no pudo continuar con su tratamiento debido al incidente.
#JUSTICIAPARAFATIMA⚠️Esta captura de pantalla muestra el bullying digital que sufría Fátima, la estudiante de 13 años que, presuntamente, fue arrojada desde un tercer piso de su escuela. Además, se incluye un oficio donde se solicita que se le brinde atención psicológica
📷:… pic.twitter.com/ctPvqsnEBl
— adn40 (@adn40) February 18, 2025
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El 4 de febrero, la menor cayó desde el tercer piso de la escuela. Su familia sostiene que fue arrojada por sus agresores, mientras que la SEP y la Fiscalía capitalina no han encontrado pruebas que confirmen esta versión. «No hay evidencia de que la hayan empujado, pero seguimos investigando», afirmó Delgado.
El padre de Fátima insiste en que la caída no fue accidental. La menor ya había sido golpeada y empujada en otras ocasiones y temía regresar a la escuela. Actualmente, está grave tras sufrir fracturas en la columna, pelvis y cadera. Fue sometida a cirugía, pero su recuperación será prolongada. Debido a su estado, no ha podido rendir declaración ante la Fiscalía.
Pablo Garabito
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