Malditos: ¿«El Negro Durazo» ayudó a lanzar al «estrellato» a Luis Miguel?
Arturo Durazo Moreno mejor conocido como “El Negro Durazo” nació en Sonora en 1924, en el seno de un hogar humilde que al poco tiempo migró a la Ciudad de México en la búsqueda de nuevas oportunidades. Vivió en la Colonia Roma, donde conoció desde su infancia a José López Portillo, que cambiaría su vida por completo.
Arturo Durazo y José López Portillo se hicieron grandes amigos, compadres y se acompañaron durante la carrera política en el Partido Revolucionario Institucional. Durazo estudió en el Instituto Politécnico Nacional y su primer puesto en la función pública, fue como empleado en el Banco de México. Con los años fue llegó a ser inspector de tránsito en la extinta Dirección Federal de Seguridad. Luego fue titular de la Comisión Federal de Electricidad, y secretario de Hacienda en el mandato del entonces presidente de México Luis Echeverría Álvarez.
“El Negro Durazo” como era llamado por las características de su rostro, ascendió a la llegada de su compadre López Portillo a la presidencia de México en 1976. Fue nombrado jefe de la Dirección General de Policía y Transito del Distrito Federal. Creó la División de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia, una de las más corruptas dentro de la organización. Desde ahí se planearon secuestros, detenciones ilegales y robos de bancos.
Arturo “El Negro Durazo” ya tenía antecedentes antes de asumir la dirección de la policía. Había una investigación en Estados Unidos, por tráfico de cocaína en Florida, pero con la llegada al poder de López Portillo, se cerró ese caso. Durante su administración, fue acusado de participar en la matanza del Río Tula, en 1981, cuándo ejecutaron a 12 miembros de una banda de asaltantes de bancos, de los cuales 11 eran Colombianos y un taxista mexicano.
“El Negro Durazo” creó un centro clandestino de detención y tortura dentro del Hotel Posada del Sol, en el centro histórico de la ciudad de México. Allí tuvo secuestrada a gente que participaba en los movimientos estudiantiles a finales de los 70s. Hay leyendas urbanas que afirman que detuvo y les dio una “calentadita” a Ernesto “El Che Guevara” y a Fidel Castro, en uno de los primeros intentos de los revolucionarios cubanos por organizar en México una revuelta socialista.
Arturo “El Negro Durazo” manejaba «La Cuarta Compañía», un grupo de presos del penal de Santa Marta que por las noches salía a robar autos y bancos con el apoyo de la policía. Y dentro de la corporación, implementó el llamado “entre”, que extorsionaba y cobraba a los policías por uniformes, armas, mantenimiento de vehículos, arrestos, plazas, etc. Con esto obligó a los policías a cometer toda clase de abusos, atropellos y corrupción contra la población para cumplir su cuota.
El entonces presidente López Portillo lo nombró General de División y le generó rechazó en el Ejército Mexicano e incluso el secretario de la Defensa Nacional, Félix Galván, amenazó al presidente con renunciar si Durazo continuara ostentando ese grado militar.
Sin embargo, Durazo continuó con el grado apócrifo y desde la Policía armó un entramado para enriquecerse. Así se hizo de dos mansiones en las afueras de Ciudad de México. Una de ellas, con sus caballerizas y su hipódromo privado, y una discoteca que era una réplica del Studio 54 de Nueva York, con un valor de 250mil dólares.
Además, construyó el llamado “Partenón de Zihuatanejo» por estar edificada en un estilo inspirado en el de la Grecia clásica, “El Negro Durazo” no pagó un solo peso, ya que los albañiles de la obra, fueron los propios agentes de la Policía del Distrito Federal.
En esas mansiones, “El Negro Durazo” organizaba eventos y fiestas suntuosas. En ellas participó en varias ocasiones el hijo de su gran amigo Luis Rey: «El Sol de México», Luis Miguel, el niño prodigio de 11 años de edad. Durazo lo recomendó para presentarse en la boda de una hija del presidente, Paulina López Portillo, y así, Arturo “El Negro Durazo” abrió los caminos para que el joven cantante Luis Miguel fuera conocido y le abrieran las puertas del estrellato. A cambio, Durazo habría pedido algunos «favores sexuales» a la familia de Luisito Rey, y se dice que fue el responsable de la desaparición de Marcela Basteri, la madre de Luis Miguel.
Al terminar el mandato del presidente José López Portillo en 1982, Miguel de la Madrid Hurtado asumió el poder como presidente de México, y Durazo, su rival político dentro del PRI, fue el elegido para enviar un mensaje anti corrupción del nuevo gobierno, persiguiéndolo e imponiendo su lema de campaña: La Renovación Moral.
Arturo “El Negro Durazo” escapó a Brasil y pese a ser buscado por la Interpol, no se le pudo detener por no tener acuerdo de extradición entre ambos países. Tratando de buscar acuerdos, Durazo salió de Brasil dos años después, y fue capturado en Puerto Rico, para enfrentar cargos por contrabando, acopio de armas, evasión fiscal y abuso de autoridad.
Estuvo recluido ocho años en la cárcel, y fue liberado en 1992 por buen comportamiento y su delicado estado de salud por el cáncer de colon. Le fueron incautadas varias propiedades y su fortuna ascendía a los 100 millones de dólares.
Arturo “El Negro Durazo” también conocido como el Moro de Cumpas, murió en Acapulco el 5 de agosto del 2000, a consecuencia de su cáncer de colon. Su compadre José López Portillo, el que le dio el grado de general por decreto presidencial, fue a despedirlo a su funeral.