Jueves, 21 de Noviembre del 2024

Los Malditos

Malditos: Así fue la vida de «Kitty Páez» criminal que personificó Bad Bunny

Everardo Arturo Páez Martínez, mejor conocido como “Kitty Páez” es un narcotraficante que participó en el cártel de los hermanos Arellano Félix, y fue una pieza clave para la organización delictiva, reclutando a jóvenes de familias acomodadas, a quienes se les conoció como los narcojuniors.

 

El  “Kitty Paez”, comenzó como sicario de Ramón Arellano Félix, mejor conocido como “Mon” y el capo le confirió la tarea de reclutar a jóvenes para el cártel Arellano Félix, impune durante más de 20 años en el país, y aún activo en el ilícito negocio de las drogas.

 

Los jóvenes reclutados estudiaban en colegios particulares, eran de familias adineradas y los deslumbró el estilo de vida del «Mon». Los Narcojuniors marcaron época en Baja California y en el mundo criminal del narcotráfico. Se caracterizaban por andar bien vestidos, en automóviles de lujo, con mucho dinero para comprar conciencias, voluntades y personas. Lo que no podían comprar con dinero, lo adquirían con balas. Mataban por placer con facilidad impresionante.

 

En una ocasión se encontraban reunidos en una casa de una zona residencial de Tijuana. Llevaban varias horas de fiesta y un vecino tocó la puerta de la casa para pedirles que bajaran el volumen de la música, y uno de los Narcojuniors le respondió con un balazo en la frente. Actuaban con total impunidad, con la protección de la Procuraduría de Justicia del Estado, y portaban charolas de policía judicial.

 

Estas reuniones con jovenes, les generaban grandes ingresos, por la gran cantidad de droga que les vendían, haciendo adictos que les generaban una fortuna. El “Mon” y “Kitty Paez” organizaban fiestas y regalaban dosis de cocaína, marihuana o heroína para engancharlos y después, incluso, invitarlos a vender en sus escuelas o centros de trabajo.

 

Quién se quejaba de las fiestas era amedrentado o asesinado, y se dice que la torre de departamentos en donde se llevaban a cabo estas fiestas, fue abandonada por los inquilinos hasta quedar vacío,  y los hermanos Arellano Félix compraron el edificio para seguir organizando sus fiestas, a las que asistían estudiantes de universidades e hijos de adinerados de Baja California.

 

Everardo “Kitty Páez” tenía vínculos con operadores de buques de pesca capaces de trasladar la droga a Ensenada; tuvo tanto poder, que decidía a quién se debía de asesinar, y administraba un consejo dentro del Cártel de los Arellano Félix, para la toma de decisiones del trasciego de droga, la negociación con las autoridades, y la guerra contra sus adversarios.

 

El terror se apoderó de Tijuana durante prácticamente toda la década de los noventas debido a la consolidación de los “Nacojuniors” y con el paso del tiempo comenzaron a tomar poder en el trasciego de la droga, a tal grado que decidieron desafiar a los propios Arelano Félix por el manejo del tráfico de drogas. Ante esta amenaza, Ramón Arellano Félix comenzó a asesinar y desaparecer a quienes querían apoderarse del cártel.

Los Narcojuniors también participaron en la guerra que emprendieron los hermanos Arellano Félix, contra Joaquín “El Chapo” Guzmán. En 1993 participaron en el atentado contra el capo del cártel de Sinaloa en el aeropuerto de Guadalajara, en el que falló la misión y asesinaron al cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.

 

En 1997, el gobierno Federal realizó un operativo integrado por el Ejército y la policía en coordinación con la Interpol, el FBI y la DEA para capturar a los cabecillas del cartel de los Arellano Félix. Este operativo se activó luego del atentado en contra del periodista del Semanario Zeta, Jesús Blancornelas, quien había publicado una lista que incluía los negocios de los Arellano Félix, así como los nombres de los narcojuniors.

 

El sanguinario Everardo Arturo Páez Martínez mejor conocido como el “Kitty Páez” de 30 años de edad, fue capturado por agentes de la PGR, la DEA y el ejército en 1997. Fue  extraditado a los Estados Unidos y sentenciado a 30 años de prisión por los delitos de narcotráfico y lavado de dinero.

 

El “Kitty Páez” negoció con el gobierno gringo y se convirtió en testigo protegido por el FBI, y sus declaraciones hay sido cruciales para la captura de “El Chapo Guzmán” y para desarticular otras células delictivas.

 

Su amigo, compadre y patrón, Ramón Arellano Félix, «El Mon», fue asesinado en pleno carnaval de Mazatlán por orden del capo Ismael «El Mayo» Zambada, quién estará en el próximo capítulo de Malditos.

Los Malditos

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