Modus Operandi: El arma de Shivá, el Dios de la guerra
El kukri o khukuri es un cuchillo nepalí de gran porte, curvo, usado como herramienta y también como arma blanca. También es parte del arsenal del regimiento y del escudo de armas de los combatientes gurkha.
Posee una ligera curva de unos 20°, aunque algunos tienen un ángulo muy pronunciado. Es de unos 3 a 10 milímetros de grueso; su longitud es de unos 30 cm. Casi siempre es de un solo lado afilado. Usualmente tiene un lomo grueso de alrededor de 5 milímetros, y en muchos sentidos es un híbrido entre cuchillo y hacha.
Algunos son forjados con hojas de ballestas de coches o camiones. Los kukris tradicionales usualmente tienen un mango (o asa) hecho con una madera dura o asta. Algunos, forjados en aluminio, son modelos modernos. La hoja generalmente va hasta el final del mango. La madera y las astas son pegadas con un adhesivo llamado «laja», cuya fórmula exacta se desconoce, aunque se sabe que contiene resinas vegetales, cera de abeja, etc. Actualmente algunos kukris son hechos por contratistas para el moderno ejército indio.
En la parte interior de la hoja, cerca del mango, posee tradicionalmente una muesca en forma de media luna, llamada cho, kauri o kaura. El kauri es una de las características exclusivas del kukri. Suele adjudicársele significados diversos, entre ellos: el tridente de Shivá (el dios hindú de la guerra y la destrucción), el clítoris femenino,1 un símbolo de fertilidad, el aparato reproductor de varios dioses y diosas hindúes, el Sol, la Luna, un símbolo de Nepal. Aunque también que el filo no termine en el gavilán (pieza que protege la mano ante posibles cortes) sirve para que el afilado sea perfecto, algo parecido a la V española, que es la forma en que terminan los filos en el gavilán, para afilarlo bien con una amoladera.
Suele afirmarse también que sirve para prevenir que el flujo de sangre de la hoja moje el mango durante el combate. Quizás la explicación más plausible sea que es una característica defensiva del cuchillo, ya que una vez que el golpe del arma del oponente es detenido por la hoja, la espada o daga se deslizará hacia abajo hasta dicha muesca, donde con un rápido giro se desarma al contrincante.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los reclutas gurkha preferían sus kukris autóctonos a los kukris blacksmith smith producidos en serie. La calidad de la hoja varía ampliamente. Vienen en varios tamaños, desde miniaturas hasta enormes modelos similares a espadas usados en ceremonias donde se sacrifican búfalos mediante un único y limpio corte.