Ola de violencia en Culiacán
La violencia en Culiacán, Sinaloa, continúa imparable. En la madrugada del 18 de septiembre de 2024, las autoridades encontraron los cuerpos de tres jóvenes, todos entre 20 y 25 años, debajo de un puente en el libramiento Benito Juárez, conocido como «La Costerita». Dos de ellos fueron hallados decapitados, y todos mostraban signos de tortura.
Al mismo tiempo, y a pocos kilómetros de distancia, el cuerpo de una mujer con el rostro encintado fue descubierto en la misma área. Ninguna de las víctimas ha sido identificada hasta el momento, y las razones detrás de estos crímenes permanecen desconocidas, aunque se sospecha que están relacionadas con la ola de violencia en la región
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Este miércoles se notó un aumento en la asistencia escolar y una mayor actividad en las calles, reflejando el esfuerzo de los habitantes por recuperar la normalidad y reducir el impacto económico que la violencia ha generado. Este intento de reactivación no solo se limita a Culiacán, sino también se extiende a municipios como Cosalá, San Ignacio y Elota, que han sido igualmente afectados.
Ante esta realidad, Carlón García destacó la importancia de acudir a especialistas capacitados para abordar estas inquietudes. Según su análisis, el apoyo profesional es fundamental para equilibrar las emociones y prevenir mayores consecuencias antes y después de un episodio de violencia.
Además, enfatizó que la intervención de expertos no solo ayuda a mitigar los efectos inmediatos de la violencia, sino que también puede fortalecer a las personas para que estén mejor preparadas frente a futuras agresiones, minimizando así el daño causado
Yadira Haro
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