Familiares de “Lalito” piden justicia: aseguran que no se trató de una riña
La noche del viernes 24 de octubre un menor de edad, identificado como José Eduardo Ramírez Ávalos (Lalo), murió tras ser agredido a las afueras del hotel donde se concentraba el equipo de futbol Chivas, previo al Clásico Tapatío contra Atlas.
De acuerdo con los testimonios recabados por Guardia Nocturna, el joven acudió junto a sus amigos a la serenata que los aficionados llevaron al equipo rojiblanco antes del partido del sábado. Según los familiares de José Eduardo, al terminar el evento y mientras los jóvenes intentaban resolver una falla en su vehículo, fueron atacados por un grupo de personas con vestimenta y playeras del Atlas.
“Se les apagó el carro, entonces pues se bajaron para arreglarlo o así, y en eso llegan camionetas de la afición del Atlas, con camisas, a golpearlos y agredirlos físicamente, y sacaron una navaja y con eso pues fue como que empezaron a darlo (sic)”.
Los familiares señalaron que no recibieron información ni apoyo inmediato por parte de las autoridades. Además, pidieron a los medios y a las mismas autoridades no difundir versiones falsas sobre lo ocurrido esa noche. Aseguran que Lalo no fue atropellado ni tampoco agredido por aficionados del equipo que apoyaba.

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Según los testimonios de su hermana y su prima, Lalo ese día había pedido permiso para asistir a la serenata, ya que no lo habían dejado ir al partido que se disputaría al día siguiente. La madre del menor habría aceptado que el joven fuera al hotel la noche del viernes debido a que ya había asistido antes a ese tipo de eventos y no había tenido ninguna situación negativa, ya que, según afirman las jóvenes, a esos eventos solo asistían aficionados del equipo rojiblanco.
José Eduardo estudiaba el segundo año de preparatoria y jugaba futbol en tres equipos locales. “Era muy alegre, muy noble, siempre sacaba una sonrisa. No se buscaba problemas”, recordó su familia.
Uno de los jóvenes que resultó lesionado durante los hechos, también narró lo ocurrido la noche del viernes tras la serenata. Según su versión, el ataque ocurrió después de que su grupo de amigos saliera de un OXXO cercano mientras esperaban una grúa para su vehículo, el cual no pudieron echar a andar.
“Cuando compramos y todos salimos del OXXO y nos cruzamos a la primera esquina, ya fue cuando nos llegaron de sorpresa y nos empezaron a pegar con tubos, y traían bates y traían navajas. Yo fui uno de los primeros que recibió un tubazo y ahí fue cuando a mí se me borró el cassette, y ya nomás sentí que nos traían a puro golpe […] y me quitaron mi playera del equipo”, relató.
El joven mencionó que logró correr hasta el hotel de concentración de Chivas para pedir auxilio, donde fue atendido por personal que se encontraba en el lugar. Asegura que en ese momento escuchó comentarios que afirmaban que su compañero Lalo ya había fallecido.

El joven añadió que los agresores estaban encapuchados y gritaban consignas relacionadas con la barra 51, conocida por su apoyo al equipo rojinegro. Asimismo, aseguró que no se trató de una riña entre aficionados de Chivas: ”Escuché muchos comentarios y escuché mucho que fue una riña, que nosotros entre [aficionados de] Chivas, que nosotros entre el mismo club nos pegábamos, y pues no, no es así”.
Tanto los familiares como los sobrevivientes exigieron a las autoridades investigar los hechos y dar con los responsables.
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Con información de Liliana Bobadilla, LP