Indicios: El escalofriante caso del “descuartizador de Chihuahua”
Un asesino serial siempre deja indicios, pistas, el modus operandi siempre será muy similar, habrá patrones y comportamientos que nos harán pensar. Hay conductas que podemos destacar de otras y es que todo dependerá de lo que haya vivido en su pasado. Hoy en Indicios hablaremos del descuartizador de Chihuahua.
Durante los años del 2009 al 2015 ocurrieron sucesos muy escalofriantes en el estado de Chihuahua, pero nadie notó las similitudes que tenían entre sí hasta el año 2015, los cuerpos de dos personas fueron encontrados en un mismo lugar, cerca de un arroyo seco, por lo que las autoridades comenzaron a investigar.
Fue el 17 de noviembre del 2015 sobre las calles Novena y San Abel, en la colonia Desarrollo Urbano donde encontraron la extremidad de un cuerpo y a las 48 horas fue hallado el resto del cadáver, esto una cuadra más adelante en el interior de una llanta, ahí encontraron el torso e indicaron que tenía cortes en la piel y golpes en la cabeza, además arriba del cuerpo estaba un triciclo. La víctima fue identificada como Lorenzo Ernesto de 22 años de edad, el se había mudado a la capital en búsqueda de trabajo.
La última vez que se le vio fue el 13 de noviembre por un familiar, el le comentó que saldría a comprar la cena, sin embargo, nunca regresó y como no sabían de él lo reportaron el 16 de noviembre en la fiscalía; al siguiente día fue encontrado muerto.
De acuerdo con las investigaciones, Lorenzo acudió a un bar y se encontró con Andrés Castillo quien luego de una larga platica lo acompañó a su casa, ubicada en la calle San Abel, ahí le ofreció drogas, pero poco después comenzaron a discutir, Andrés golpeó a Lorenzo en repetidas ocasiones y después lo violó, posteriormente agarró un martillo y le fracturó la cabeza y con una segueta cortó el cuerpo.
Andrés lavó las extremidades para no manchar y poderlo trasladar; luego del asesinato fue con un amigo y le confesó lo que hizo, claro.! Esto lo hizo para pedirle ayuda, pero lo terminó amenazando si decía algo, le dijo que si lo delataba le haría lo mismo. Al verse obligado, fueron los dos y tiraron el cuerpo en el arroyo y al regresar a su casa, Castillo obligó a su amigo a tener sexo con el, finalmente abandonó su casa.
El 13 de diciembre, fue localizado en el mismo arroyo otro cadáver mutilado de la misma manera, lo hallaron en el interior de una llanta, indicaron que había sido cortado únicamente de las piernas y estaban envueltas en una cobija, lo perturbador fue que arriba del cuerpo estaba el mismo triciclo, ¡si!, el que fue encontrado en el primer asesinato. La víctima fue identificada como Daniel Alfonso, alias la troya, él tenía 22 años de edad.
Andrés hizo lo mismo con Daniel, le pegó en la cabeza con una roca hasta matarlo, abuso de el y lo cortó con la misma segueta y después lo fue a dejar al arroyo.
Tras las investigaciones, las autoridades se percataron de los patrones, vieron las similitudes de los cortes, la posición de los cuerpos y el avistamiento del mismo triciclo, dedujeron que se trataba de la misma persona.
El 18 de diciembre fue encontrado otro cuerpo, se trata de Fernando Gandarilla, el desapareció el mismo día que Daniel Alfonso.
Fue el hermano del desaparecido quien señaló que Fernando acudió a la casa de Castillo y al ver que no regresaba fue a buscarlo a su casa y le preguntó si sabía algo de Fernando, pero lo único que le dijo fue que ya se había retirado, que no sabía de su paradero y le terminó creyendo, pero la realidad era otra, Andrés lo había golpeado y cuando ya no se pudo mover abuso de él para posteriormente matarlo con un martillo y finalmente ocultó su cuerpo en una hielera, pero no quedó ahí el asunto, pues hizo un hoyo en una de las recamaras metió la hielera y le echó cemento y al final le puso un ropero encima.
Todo era alarmante, los oficiales que realizaban las investigaciones estaban muy atentos de los pasos del “descuartizador” y con las evidencias ya recabadas en enero del 2016 fue detenido Andrés Ulises Castillo.
Tras su captura, el confesó que había cometido 12 homicidios, entre ellos, los tres del diciembre, además, señaló que había violado a sus dos amigos, a los cuales tenía bajo amenaza.
El fiscal del estado dio a conocer que el “ descuartizador “ tenía un trauma psicológico, derivado de una violación y por eso mataba exclusivamente a los hombres.