Nada cambió a un año de las violentas manifestaciones por el caso Giovanni López
Pasó un año del asesinato de Giovanni López, en manos de Policías de Ixtlahuacán de los Membrillos, hecho que durante el mes de junio, provocó algunas de las más violentas manifestaciones que se han presenciado en la ciudad.
A un año de este hecho, poco ha cambiado en el modo en el que se dirigen los municipios y el estado de Jalisco en general; los abusos policiacos han seguido y la violencia va en aumento.
Fue el pasado 4 de mayo del 2020, cuando policías de Ixtlahuacán de los membrillos detuvieron a Giovanni López de 30 años de edad, las razones aún no son claras, pues primero se mencionó que fue por no portar cubrebocas, sin embargo, las autoridades negaron dicha acusación; por eso, Jalisco fue el foco de todo el mundo, e incluso, figura en el informe 2020/2021 de Amnistía Internacional, en el apartado de homicidios ilegítimos, como un mal manejo por la Pandemia del COVID-19.
Y a pesar de que los hechos ocurrieron en Mayo, fue hasta junio, luego de que se diera a conocer el caso en diversos medios locales, que el Alcalde de Ixtlahuacán, el Fiscal y el Gobernador de Jalisco, emitieron una postura pública por ese hecho.
Fue un mes después del homicidios, el 10 de junio del 2020, cuando tres policías de ese municipio fueron vinculados a proceso, el comisario de Seguridad Pública y una comandante, quienes enfrentan un proceso por el delito de tortura, mientras que un policía municipal lo enfrenta por homicidio calificado y abuso de autoridad.
Este acontecimiento, desató una ola de violentas manifestaciones en el municipio de Guadalajara, donde también policías y elementos de la Fiscalía fueron señalados nuevamente por represión, abuso de autoridad e incluso desaparición de manifestantes.
El mismo informe de Amnistía Internacional, relató que durante las protestas, la policía del Estado, detuvo arbitrariamente a al menos 27 personas, “los manifestantes fueron secuestrados en vehículo sin distintivos y estuvieron en paradero desconocido durante varias horas”, lo que se cataloga como desapariciones forzadas.
Sin embargo, no fue el único hecho de brutalidad policial en que las autoridades se han visto involucradas en nuestra entidad, actos que van desde golpes, hasta más homicidios.
En el mes de diciembre del 2020, policías de Guadalajara fueron acusados de la detención ilegal, tortura y asesinato de Luis Daniel Córdoba Becerra, quien fue reportado como desaparecido luego de que elementos de dicha comisaría lo detuvieran en la calle Cardenal, entre Faisán y Enrique Díaz de León, en la colonia Del Fresno y luego murió en el Hospital Civil, debido a sus lesiones.
Resalta también el caso de Anahí, una joven asesinada el 15 de junio del 2020, por policías de Guadalajara, luego de que estos abrieran fuego sin provocación contra el auto en el que viajaba la mujer.
El acto cometido por un Policía de Guadalajara adscrito a la Policía Metropolitana, que golpeó con la “cacha” de su arma de cargo a un joven en la colonia Del Fresno, el pasado 28 de febrero del 2021; esta brutalidad, provocó que el ciudadano perdiera de un ojo.
En todos esos casos los policías fueron separados de su cargo o incluso encarcelados, sin embargo, eso no resarce la muerte de una persona, a la que por principio un elemento de seguridad, debe resguardar, no golpear, torturar y matar.
GM