Miercoles, 03 de Julio del 2024

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Misterios: «El callejón del diablo» en Cocula

La historia del «El callejón del Diablo» sucedió hace mucho tiempo en el poblado de Cocula, Jalisco, ahí, en el templo de la Cruz vivía un fraile, el cual tenía múltiples obligaciones y para poder cumplir con ellas necesitaba ir y venir continuamente a diferentes partes del pueblo o regiones cercanas.

La vía de acceso para el fraile o la gente que necesitaba alguna confesión, unción de algún enfermo o algún otro servicio era el callejón conocido como «La Vega».

Cuenta la leyenda que una noche fría, cuando el fraile volvía del pueblo por el camino, se le apareció una hermosa mujer de tez blanca y larga cabellera negra, la cual comenzó a provocarle para que cayera en pecado.

El fraile que era un hombre de fe y muy creyente se negó a caer en tentación y volvió al templo para hacer oración frente al altar.

La mañana siguiente transcurrió con normalidad, pero llegada la noche una mujer vecina del pueblo fue a buscarlo para que confesara a su muy enfermo marido, faltaba poco para que se abriera la Gloria por lo que el fraile pidió a la mujer que esperarán un poco.

La mujer se adelantó para seguir con los cuidados de su marido así que después de que se abrió la Gloria el fraile emprendió el camino hacia la casa del hombre enfermo.

Cuando estaba ya próximo a su destino por el camino de «La Vega» volvió a aparecer la hermosa mujer de tez blanca y larga cabellera mirando con una seductora mirada al fraile quien le pregunto cuál era su destino y la tomó del hombro.

Grande fueron el susto y la sorpresa del fraile al ver de cerca a la mujer y descubrir que era el mismo diablo, asustado en fraile salió corriendo de regreso al templo.

Cuando estuvo a salvo comenzó hacer oración pero fue interrumpido por el galopar de caballos, ruidos de espadas y gritos de dolor, una batalla estaba ocurriendo detrás de su ventana.

Por mera curiosidad el fraile decidió asomarse y descubrió que un valiente guerrero montado en un caballo blanco tenía sometido al demonio, justo en ese momento las campanas del templo sonaron y se abrió la Gloria.

El fraile se dirigió al altar para agradecer a Dios por haberlo librado del maligno y al arrodillarse descubrió que el guerrero de caballo blanco estaba en lo más alto del altar y llorando sólo pudo decir «fuiste tu San Miguel Arcángel».

AMH