Cae otra red de corrupción en el Estado de México
Una red de corrupción en el Estado de México ha comenzado a desmantelarse. El secretario García Harfuch anunció la detención de siete funcionarios públicos que, según las investigaciones, facilitaban las operaciones de diversas bandas criminales.
En un contundente golpe a la corrupción y al crimen organizado en el Estado de México, la Fiscalía General de Justicia (FGJ) ha ejecutado una serie de detenciones de funcionarios públicos presuntamente vinculados con diversas organizaciones criminales. Esta operación, que ha sacudido los cimientos de la seguridad pública en la entidad, revela una profunda infiltración del crimen organizado en los niveles más altos del gobierno municipal.
Las detenciones, que comenzaron con la captura del reconocido secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, en la Ciudad de México, se extendieron rápidamente al Estado de México, donde al menos siete funcionarios municipales fueron aprehendidos en las últimas horas. Entre los detenidos se encuentran alcaldes, directores de seguridad pública y funcionarios de desarrollo social, todos ellos acusados de colaborar con grupos criminales como La Unión Tepito, La Familia Michoacana, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel Nuevo Imperio y la Anti Unión.
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La gravedad de la situación se evidencia en el suicidio de Isidro Cortés, secretario de Seguridad Pública de Texcaltitlán, quien se quitó la vida mientras se le notificaba su detención. Este hecho, junto con las detenciones masivas, apunta a una red de complicidades que habría operado durante años en la entidad, facilitando las actividades ilícitas de los cárteles y generando un clima de inseguridad y violencia.
De acuerdo con fuentes oficiales, los funcionarios detenidos habrían proporcionado información privilegiada a los grupos criminales, les habrían facilitado la operación en sus municipios y, en algunos casos, habrían participado directamente en actividades ilícitas.El Estado de México ha sido escenario de una escalada de violencia en los últimos años, marcada por enfrentamientos entre grupos criminales, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas. La masacre ocurrida el año pasado en Texcaltitlán, en la que participaron miembros de La Familia Michoacana, es un claro ejemplo de la brutalidad de estos grupos y de la incapacidad de las autoridades locales para contenerlos.
La reciente masacre en el bar Bling Bling de Cuautitlán Izcalli, atribuida a una disputa entre el Cártel Nuevo Imperio y Ismael Molina “El Buchanas”, un líder de plaza de la Unión Tepito, evidencia la fragmentación del crimen organizado en la región y la lucha por el control de los territorios.
Jennifer Solis
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