Malditos: «La Reina del Pacífico» de poderosa narcotraficante a tiktoker
Sandra Ávila Beltrán también conocida como “La Reina del Pacífico”, nació en la ciudad de Mexicali Baja California en 1960. Se dice que sus padres, María Luisa Beltrán Félix, y Alfonso Ávila Quintero, eran de una familia acomodada, y vivieron en Sinaloa y Jalisco.
Sandra Ávila fue una joven estudiosa, y cursó la carrera de escuela Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Guadalajara en los años 80s. A pesar de llegar en autos lujosos a tomar clases, era desconfiada y tenía pocas amistades. Siempre vestida a la moda, no pasó desapercibida por sus excentricidades y sus compañeros le temían, porque parecía familiar de políticos o poderosos.
Se dice que su padre participó en el extinto cártel de Guadalajara y le abrió la puerta al mundo del tráfico de drogas, enseñándole a saber negociar y relacionarse para apoyar en las finanzas de las organizaciones criminales. Este conocimiento sumado a su belleza y astucia, la llevo a ser operadora de varias organizaciones dedicadas al trasiego de droga, como el cártel de Sinaloa, operado por ‘El Chapo Guzmán’, el ‘Mayo Zambada’, y el cártel de Juárez, de ‘El Señor de los Cielos’, entre otros.
Su inteligencia y glamour, la hizo subir a la cima del crimen; codiciada por los hombres, Sandra se convirtió en una de las pocas mujeres en el mundo del narco, en “La Reina del Pacífico”.
Sandra Ávila Beltrán se casó dos veces. Su primer matrimonio fue con Luis Fuentes Jiménez , un comandante de la Policía Judicial Federal de Sinaloa. Y su segunda unión marital se dio con Rodolfo ‘El Zurdo’ López, comandante adjunto al Zar Antidrogas. Ambos matrimonios tuvieron un trágico desenlace: sus maridos tuvieron nexos con el narcotráfico y ambos, coincidentemente, fueron ultimados por asesinos a sueldo con el cuchillo por la espalda.
Su tercer pareja, fue el colombiano Juan Diego Espinoza Ramírez, alias ‘El Tigre’, con quien tuvo su único hijo, que fue secuestrado cuando tenía 15 años, por un grupo de sujetos armados y encapuchados, en un gimnasio en Puerta de Hierro en Zapopan en el 2002. Sandra Ávila Beltrán denunció este secuestro ante la Fiscalía de Jalisco, pero nada pudieron hacer y “La Reina del Pacífico” pagó cinco millones de dólares por su rescate. Al final recuperó a su hijo pero no la tranquilidad.
Fue este hecho el que puso en el radar de las autoridades a Sandra Ávila “La Reina del Pacífico”, que además de la pesadilla que vivió por el rescate, se ensombreció su actividad económica, derrumbándose su imperio. En el 2007 fue detenida junto a su pareja, el colombiano Juan Diego Espinoza ‘El Tigre’, en un operativo en un restaurante de San Jerónimo en la Ciudad de México, luego de un decomiso de droga al interior de un barco en Manzanillo, propiedad del Colombiano.
Sandra Ávila Beltrán fue encarcelada y en el 2012 extraditada a los Estados Unidos, acusada de haber participado en el trasiego de droga hacia ese país. Medios locales aseguraban una larga condena, pero “La Reina del Pacífico” supo negociar con las autoridades y se declaró culpable en un tribunal gringo, por asistir económicamente a un narcotraficante convicto, por lo que se le condenó a 70 meses de prisión, tiempo que cumplió cuando estuvo en México.
En el 2013 regresó a México nuevamente a la prisión el Centro de Readaptación Social conocido como “El Rincón”, en Nayarit, y fue liberada en febrero de 2015, tras haber cumplido su condena. También obtuvo una victoria en un Tribunal de la Ciudad de México, que le concedió un amparo definitivo, para recuperar sus propiedades y cuentas bancarias que le fueron aseguradas.
Después de vivir siete años en prisión, se ha dedicado a contar su vida, criticando a los políticos, dejando ver la corrupción en México en todos niveles de gobierno, que han recibido sobornos millonarios, para fomentar la industria del narcotráfico y el incremento en la violencia.
Sandra Ávila Beltrán la «Reina del Pacífico” vivió una vida de resistencia y lucha en la cárcel y tribunales, y ha trabajado para cambiar la percepción de una mujer cruel y peligrosa, convirtiéndose en sus redes sociales en una influencer a sus 62 años, como se puede ver en su cuenta de TikTok, posteando frases y videos, acompañada de canciones de los Tigres del Norte, que cita la frase: “Entre más bella la rosa, más peligrosa la espina”.